dissabte, 14 de febrer del 2009

La puerta de Dite



Exclamó el buen maestro: “Ahora, hijo,
se acerca la ciudad llamada Dite,
de graves habitantes y mesnadas.”

Y yo dije: “Maestro, sus mezquitas
en el valle distingo claramente
rojas cual si salido de una fragua

hubieran.” Y él me dijo: “El fuego eterno
que dentro arde, rojas nos las muestra,
como estás viendo en este bajo infierno.”

Así llegamos a los hondos fosos
que ciñen esa tierra sin consuelo;
de hierro aquellos muros parecían.

No sin dar antes un rodeo grande,
llegamos a una parte en que el barquero
“Salid -gritó con fuerza- aquí es la entrada.”

Yo vi más de un millar sobre la puerta
de llovidos del cielo, que con rabia
decían: “¿Quién es este que sin muerte

va por el reino de la gente muerta?”
Y mi sabio maestro hizo una seña
de quererles hablar secretamente.

2 comentaris:

  1. ole nen.. veig q la cosa va en marxa....no com el meu projecte...jejej la setmana q ve em passo a treballar x la llotja por fin..ens veim!

    ResponElimina
  2. es la puta caña tio! al final has reduit molt la sang per aixo

    ResponElimina